Si bien sobre gustos nada hay escrito, es imposible rendirse a la evidencia del gran valor arquitectónico de mucha de nuestras bodegas. en este caso no caben excusas relacionadas con los gustos personales de cada uno, ya que podemos encontrar desde edificios con una estética rompedora como puede ser la bodega Marqués de Riscal y sus hojas de acero que se curvan de maneras imposibles; hasta otros de belleza tradicional, que mantienen su estructura original con nuevos edificios añadidos como la bodega Señorío de Otazu (que cuenta además en sus terrenos con elementos arquitectónicos únicos como un Palacio del S.XVI o una Torre de Defensa del S.XIV).
Pudiendo optar también por la mezcla de tradición y modernidad, como la que encontramos en la bodega de Protos, con sus edificios modernos y el castillo de Peñafiel al fondo, vigilante de sus viñedos. La variedad es inmensa.
Como decíamos al principio, si aún no se ha dado cuenta de la increíble variedad arquitectónica que adorna hoy nuestras bodegas, será porque no se ha fijado, o quizás debería mirar de nuevo ese edificio que creía que era un museo, tal vez se sorprenda…
Os dejamos abajo una muestra la variedad de las bodegas de España. En él la arquitectura queda plasmada en toda su amplitud. Aunque la mejor forma de admirar esta realidad arquitectónica es tomarse el tiempo de recorrer y visitar las bodegas de España.