Con este planteamiento la Cité du Vin busca sin duda diferenciarse del fantástico Museo del vino que existe ya en Burdeos.
Pero no acaba todo ahí, ya que el recinto con forma de decantador gigante, cuenta con un restaurante con espectaculares vistas de Burdeos y que contará con una carta de vinos entre la que se podrá encontrar un listado con unos 500 vinos llegados de todo el mundo. Pero si no tienes intención de comer, pero sí de tomarte una copita, Latitud20, el WineBar de este lugar, es sin duda tu sitio. Contará con más de 50 marcas de vino por copas, que se podrían acompañar con alguna de las tapas o pequeños platos si defendemos que tapas es un concepto español creadas pensado en la gastronomía mundial.
El precio de la entrada a la Ciudad es de 20€ por persona, pero si crees que lo vas a visitar varias veces, el Parque te da la oportunidad de comprar un bono anual por sólo 48€. Lo que está claro es que aunque no exista un Dragon Khan en Burdeos para beber vino, es una noticia que a los amantes del vino debemos celebrar y que particularmente a nosotros nos encanta. Es otra excusa más para visitar la ciudad de Aquitania, patrimonio de la Unesco y que cuenta con la bellísima plaza de la Bolsa y con un paseo junto al río que ha sido totalmente rehabilitado. Al igual que en ocasiones hablamos de la transformación de Bilbao, en Francia ha ocurrido algo similar con burdeos.
Los alrededores de Burdeos son también de gran interés, en especial las diferentes sub-regiones vinícolas que podemos encontrar a pocos kilómetros de Burdeos.