Ciertamente no han llegado hasta nuestros días muchos de los baluartes medievales con los que contaba la ciudad, (el viejo puente de piedra con tres torres no superó el s.XIX y de la antigua muralla que rodeaba la ciudad sólo permanecen la zona del Revellín y la puerta de Carlos I), queremos remarcar que ni de lejos esto desvirtúa el valor de la escapada en Logroño siendo el centro histórico de la ciudad bastante coqueto y muy agradable para pasear. Se ubica en la zona de “entrepuentes” y va desde el Ebro hasta la Plaza del Espolón (en esta plaza se encuentra la Oficina de Turismo).
El centro de la ciudad lo señalan “las Gemelas”, dos torres barrocas de la Concatedral de Santa María de La Redonda, edificada sobre una iglesia románica de forma redonda. Es la zona de la Plaza del Mercado y de la calle Portales, alma bulliciosa de la ciudad en la que comercio y ocio se entremezclan conforme al horario. Al oeste según nos acercamos al puente de Hierro está la Iglesia de Santiago el Real, bajo la cual se piensa que se encuentra la primera iglesia de la ciudad. Allí se venera a la Virgen de la Esperanza, patrona de la ciudad.
Dignas de reseñar también pero situadas ambas al este, bastante cerca de la Concatedral, son la Iglesia de Santa María de Palacio, cuya “aguja” gótica despunta sobre el skyline de la ciudad, y la Iglesia de San Bartolomé. En la Rúa Vieja se encuentran el Albergue de Peregrinos y la célebre Fuente de los Peregrinos.
Muy recomendable es acercarse a conocer algunas de las bodegas que están en plena ciudad, siendo el caso de la visita a bodegas Franco Españolas, Bodegas Olarra y o la visita a Bodegas Ontañón. Te recomendamos echar un vistazo a la sección con . la cual además cuenta con un interesante museo. Hablando de museos, poco conocido fuera de Logroño es el Museo Würth. Se trata de un museo de arte ubicado en Agoncillo, a unos 10km de la ciudad y cuyo entorno y arquitectura te sorprenderán, forma parte del complejo logístico y social propiedad de la Compañía alemana que le da nombre. Otro interesante museo en el que visualizar la historia riojana es el Museo de La Rioja, finalizado recientemente y ubicado en el interior del Palacio de Espartero. Por último, indicar que la ciudad cuenta con interesantes obras de arquitectura civil: el ayuntamiento, la tabacalera, el Palacio del Marqués de Legarda, el de los Chapiteles, y por último cabe mencionar otro tipo de palacio: el de Congresos y Exposiciones, también llamado el Riojaforum.
Hay otras muchas razones para plantearse una escapada en Logroño. La gastronomía riojana es extraordinaria gracias en primer lugar a la proximidad de la huerta del Ebro (la propia Riojana y la Navarra), en segundo lugar la relativa cercanía de la costa vasca, lo cual a su vez, ha generado una potente sinergia entre ambas cocinas (la riojana y la vasca), y en tercer lugar siendo probablemente lo más importante (tened en cuenta que somos turismodevino): la omnipresencia de los vinos mundialmente reconocidos que se producen en esta región y cuya denominación de origen lleva el mismo nombre, Rioja.
Algunos de los platos estrella de la gastronomía riojana son los caparrones (alubias rojas) con tropezones, la menestra de verduras, las patatas a la riojana, las pochas con codorniz, la célebre fritada, las chuletillas de cordero, los pimientos rellenos de bacalao o a la riojana (con carne de cerdo y ternera) y por último el cabrito al sarmiento. Entre los postres cabe reseñar los mazapanes de Soto, llamados así por ser oriundos de la villa de Soto en Cameros y los cuales tienen alguna diferencia significativa con los mazapanes tradicionales; unos hojaldres rellenos de una pasta a base de almendra molida, azúcar y ralladura de limón llamados fardelejos de Arnedo y las peras al vino.
La calle más conocida en la que podrás tomar un vino cosechero o un crianza y en la que a buen seguro tapearás o tomarás unos pintxos es la calle Laurel, por fama se trata sin duda de reina indiscutible de las calles logroñesas. Pero hay que hacer justicia a otras calles de su entorno que no le andan a la zaga: San Juan, San Agustín, Albornoz… En la parte nueva de la ciudad destaca a tal fin la calle María Teresa Gil de Gárate. Algunos de los restaurantes más reconocidos de la ciudad son: La Galería, Tondeluna, Mesón Egüés, Portales 24, La Cocina de Ramón, Carlton Rioja y Murrieta. Si la escapada en Logroño el cuerpo os lo permite y al caer la noche os apetece tomar una copilla, desplazaros hacia la calle Mayor o a la zona en torno a la calle Chile. Logroño es, como podemos intuir, un auténtico paraiso para las tapas.
En cuanto a las Fiestas destacaremos un par: las de San Bernabé, el 11 de junio. Hay reparto de peces, pan y vino junto a las murallas del Revellín a cargo de la Cofradía del Pez. Un Mercado Medieval en el centro de la ciudad y los actos que rememoran la resistencia de la ciudad frente a las tropas napoleónicas.
El 21 de septiembre se celebran unas fiestas declaradas de interés turístico: son las Fiestas de San Mateo, así como de la Vendimia. En ellas tiene lugar el célebre Pisado de la Uva en el Paseo del Espolón y una ofrenda del primer mosto del año a la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja, así como el concurso internacional de fuegos artificiales, el desfile de peñas y carrozas, los encierros y la consabida feria taurina, todo ello regado con mucho vino y degustaciones gastronómicas.