La región (según datos del consejo regulador de la denominación de origen) cuenta con unas 8.500 hectáreas de viñedo (unas 7 veces menos que Rioja) y hay 3 regiones productoras dentro de la misma. Se trata de las sub-denominaciones de Arganda, Navalcarnero, San Martín de Valdeiglesias y El Molar.
Lo más interesante de estas sub-zonas es que cada una de ellas ofrece un paisaje diferencial, diferente altitud y un clima diferente. Las variedades de uva cultivadas no son las mismas y se puede hablar, sin duda, de zonas con personalidad marcada y diferencial.
Empezamos por la sub-zona más pequeña, la del Molar, que cuenta tan solo con una bodega certificada con denominación de origen y 600 hectáreas de viñedo. Esta es la sub-zona más reciente, si bien el vino ha estado presente desde hace siglos en la zona. Las famosas cuevas del Molar, lugar de “peregrinación” para muchos madrileños que visitan sus restaurantes cada fin de semana son buena prueba de ello. Las más antiguas de estas cuevas datan del Siglo IX, y en la zona de San Agustín de Guadalix hay constancia de la existencia de viñedo ya en el Siglo XIII.
Esta zona ubicada al noroeste de Madrid aglutina municipios muy conocidos para los madrileños como Patones de Arriba, San Agustín de Guadalix o el mismo el Molar. En esta subzona se cultivan la garnacha tinta y la malvar blanca. Los suelos son ricos en pizarra.