La parte más compleja de una cata es lo que se denomina una cata a ciegas: es decir, se trata de adivinar el mayor número de parámetros que definen un vino (tipo, crianza, varietal, añada, nacionalidad, denominación de origen, marca). El director de la cata habla de un tipo de vino y explica a los alumnos sus características. A continuación se sirven varios vinos sin que se pueda ver qué vinos son. Por ejemplo, para este ejercicio se podrían elegir vinos de diferentes varietales, los participantes deberán catar y elegir aquel vino que ellos crean que coincide con el varietal a localizar. Es el momento de mostrar las botellas y de que se hagan comentarios en grupo. Este ejercicio se puede complicar todo lo que se desee, pudiendo incluirse algún vino señuelo, que parezca lo que no es. Por último, siempre hay que premiar a los acertantes y felicitar al grupo por el trabajo realizado.
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