- Curso de maridaje y/o de Armonías.
- Curso de sumillería.
- Curso para ser Master of Wine.
Además, por raro que parezca, los cursos pueden ser presenciales, semipresenciales y online. Evidentemente el nivel de involucración y aprendizaje es más intenso en un curso presencial, pero como todo en la vida, el tiempo y el dinero disponibles marcan la diferencia a la hora de emprender cualquier actividad.
Recuerda que no hace falta de un curso para progresar. Si abres una botella en casa o en un restaurante puedes prestar atención a muchas cosas. Lo mismo ocurre al ir a comprar vino a una tienda. Recuerda también que hay actividades de cena o talleres que ayudan en este sentido. Este es el caso de las cenas con maridaje en Madrid que puedes encontrar en nuestra web. .
Si no has hecho nunca un curso de cata anteriormente, por muchos vinos que hayas probado en casa o en restaurantes con tu familia o amigos, te recomendamos que empieces la casa por los cimientos y escojas un curso de iniciación a la cata. Te puede dar una perspectiva que te hace apreciar el producto mucho más.
A continuación, teniendo ya claro el tiempo y el presupuesto que puedes dedicar a esta materia y si se ajusta más a tu nivel y a tu necesidad el hacer un curso de iniciación a la cata (de carácter general o monográfico) o uno de nivel avanzado (de carácter general o monográfico), llegaría el momento de cribar entre los diferentes cursos que cumplan nuestros parámetros en función de sus contenidos, de su ubicación y de su horario (estos dos últimos rigen tanto si el curso va a ser presencial como semipresencial).
El tema de los contenidos será crucial, y no nos referimos sólo a las materias que se imparten durante el desarrollo del curso, lo cual es no cosa baladí, sino también a la reputación del centro y de su profesorado, comprobando las opiniones de los alumnos que lo han cursado anteriormente (hoy en día todo está en internet) y comparando la cantidad y sobre todo, la calidad de los vinos que se van a catar durante el curso. No os dé ninguna vergüenza preguntar sobre esto último: seguramente todos entendemos que no es lo mismo realizar un curso de conducción deportiva al volante de un utilitario o con un superdeportivo. En el mundo del vino quizás esto no sea tan radical pero no sería ninguna tontería verificar o incluso solicitar que los vinos a catar estén calificados con un mínimo de 88 puntos en las principales guías de cata. La cata es un placer ; puede ocurrir que durante el curso un vino no te agrade o no se ajuste a tu estilo, pero como mínimo debe ser un vino bien elaborado y no figurar en un segmento bajo de calidad de los diseñados para abastecer al sector del gran consumo de la distribución minorista. Un vino de calidad no tiene que ser caro. De hecho éste no es el caso en España donde tenemos la suerte de contar con infinidad de vinos a buen precio. Dicho lo anterior, es posible que la inclusión de algunos de esos vinos que no merecen especialmente la pena sí pueda ser interesante para servir de contrapunto o comparación con otros vinos.
Dos conceptos de cata que el curso deberá incluir serían la cata horizontal y la cata vertical. Mediante la primera compararemos como una misma añada ha afectado a diferentes marcas (de un mismo elaborador o de distintos). En la cata vertical compararemos visual, olfativa y gustativamente como distintas añadas han afectado a la evolución de una misma marca comercial.
Otra cuestión a tener muy en cuenta será la de la calidad de los servicios del Centro; necesitamos que los olores de los materiales que incorpora la sala sean neutros; una temperatura agradable pero no por encima de 21ºC; en un entorno aislado de ruidos y vibraciones; y muy buena iluminación, tanto en intensidad como en blancura –si la luz tiene color puede afectar a nuestra percepción sobre los colores de los vinos-. Cada puesto de cata debe contar con escupidera, agua y luz propias. Para el tema de la temperatura del propio vino, lo mejor es contar con una nevera de vino. En la actualidad hay modelos muy eficientes a precios bastante razonables.
Por último también estarían los detalles que la Escuela o Academia pongan a tu disposición por hacer el curso, por ejemplo una membresía con descuentos en experiencias de enoturismo y en la compra de vinos durante la realización del curso.
El tema de los cursos de maridaje es también muy atractivo, aunque se va fuara de los objetivos de este post. La combinación de olores y sabores (tanto por armonía como por contraste) que un vino y un alimento pueden llegar a producir en nosotros es desde hace mucho materia de estudio. Tiene una gran parte de reto y habitualmente lleva a combinar esfuerzos a los mejores sumilleres y chefs para causar una grata impresión en sus comensales.